Biography and Inspiration

gaucho 2VERSIÓN EN ESPAÑOL ABAJO

I was born and raised on the Argentine Pampas.  A railroad divided my town. It was dangerous to cross, people said, because during the day the train came in blindly and without warning; during the night, “La Llorona” walked around weeping like Medea and seeking to wash away her guilt with human blood. Reality there was less poetic than this may sound.  It just reflected the separation between the dominant culture of the Italian settlers who came at the beginning of the twentieth century and the “criollos” or gauchos, who are the descendants of mainly mourisco Spanish with the indigenous population. Italians acquired land. The gauchos, who suffered discrimination, remained landless. This environment greatly influenced my view of society, and developed my sensitivity regarding the injustice that ensues when conquerors come. This awareness grew even deeper roots with my later travels in my country and throughout the Americas.

In the seventies, Argentina was–as were several other regions of Latin America– the real battle field of the Cold War. These were the years of brutal suppression by military rulers who murdered thirty thousand mostly young people innocent of any crime.  During this dangerous period, when a name in an address could get one killed, I emigrated to Brazil. There I met and married Elwin, a Peace Corp volunteer from the US (who nowadays acts as my translator) and lived for thirteen years.  Our home in Rio de Janeiro became a shelter for political refugees from Argentina.  From their stories we learned of many atrocities. We heard of hundreds of babies born in jail to “subversive” mothers who were then murdered in cold blood, their infants given away to families connected with the dictatorship. My interest in the search for identity began at that time.

In 1987 we immigrated with our three daughters to the United States. After finishing my Ph.D. in Spanish Literature I became a teacher at the University of Washington and also organized numerous study abroad trips for my students to learn Spanish in various Latin American countries.ruralschoolkids

I was again exposed to the problem of adoption during our trips to Guatemala, where I met adults from Europe and the US who were in the country looking for their biological families. The seed of the idea for my first novel germinated then.

Some years later, my husband and I spent time as volunteers for Care International working in Ecuador, where we took an interest in the Shuar and Huaorani communities.

thThe realization that entire indigenous groups from the Amazon were in danger of disappearing in part because the jungle was polluted by the oil extraction waste at levels of incalculable consequences for the environment and people, was a mind blowing experience.

There, also, we heard harrowing stories from people who had travelled as illegal immigrants in precarious fishing boats from Ecuador, just for a chance to get a job in the US.  At that point, I knew I needed to publicize what I learned from the struggles and strengths of the people involved in these and other stories.

This multifaceted interest — adoption, immigration, cultural encounters, the struggle of the landless and unprivileged ones, and the denunciation of grave insult to the natural environment as a result of Big Oil — finally coalesced in my first novel. The book was published for students of Spanish with the name “Rosa and Ernesto’s Journeys”, from whence it morphed into a full-blown novel for the general public called El encuentro. It was published by Pearson Education in Madrid (2011).

Although El encuentro was written for young adults it is clear from the reviews in Madrid’s newspaper of record and in reader comments in general that the narrative and characters elicit passion regardless of age group. The English version, translated by my husband and daughters under the name The Encounter, was released in September, 2013.

Both editions are prize-winners in two book awards: The “International Latino Book Award” (2012) and the “Books into Movies Award” (2013)

I am currently in the last stages of another novel, “Kalahari”, which touches on the same themes of pristine nature versus resource extraction (in this case water vs. diamonds and cattle). Nature and the extraordinary Bushmen of the Kalahari, who are the oldest exemplars of a human ethnicity in the world, have suffered brutal injustice. In this narrative, I also explore psychological and philosophical themes such as the nature of human and animal consciousness and soul. Research for this novel took us to Botswana and the Central Kalahari Game Reserve, which was one of the most amazing as well as arduous travel experiences of my life.

 

ESPAÑOL

gaucho Nací y crecí en Argentina, en un pequeño pueblo de la Pampa.  AI pueblo lo dividían las vías del tren. Decían que era peligroso cruzarlas durante el día, porque el tren se venía ciego y sin aviso; y de noche, porque por ahí andaba La llorona, llorando el doloroso canto de una Medea y dispuesta a lavar su culpa con la sangre humana. Pero la realidad era menos poética que esta: reflejaba la separación entre la cultura dominante –los italianos llegados a principios del siglo XX,–y los criollos, o gauchos, esa raza mestiza producto del indígena y el español, mayormente morisco, y considerada inferior. “Civilización y Barbarie” era el implícito tema dominante.

rita de angelLos italianos adquirieron tierras (y para el Día del Santo del pueblo, los angelitos éramos sus nietos). Los gauchos quedaron como peones.

Este temprano ambiente en que crecí  fue la primera toma de consciencia sobre las injusticias que surgen del encuentro entre conquistadores y conquistados.  Esta visión de la sociedad echó raíces en mí durante los viajes al interior de mi país y más tarde a diversos países de las Américas.

En los años setenta,  la Argentina –como otros varios países de Latinoamérica– fue el verdadero teatro de operaciones de la llamada Guerra Fría. Estos años de brutal régimen militar, dispuesto a exterminar los brotes de comunismo entre los movimientos de izquierda, dejó un triste saldo de 30.000 desaparecidos, mayormente gente inocente.   Por ese tiempo,  emigré a Brasil, donde contraje matrimonio con un voluntario del Cuerpo de la Paz de los Estados Unidos (quien es hoy mi esposo y traductor) y donde vivimos por 13 años. Durante ese período acogimos en nuestro hogar en Río de Janeiro a una serie de refugiados políticos de la Argentina.  De sus historias supimos, entre otras atrocidades, acerca de los cientos de bebés nacidos en la prisión de madres supuestamente “subversivas”, y dados a familias conectados con la dictadura. Fue allí cuando nació mi interés por la noción de identidad  de niños adoptados en general.

En 1987, ya con tres hijas, emigramos a los Estados Unidos. Después de acabar mis estudios de literatura, comencé mi carrera como profesora en la Universidad de Washington. Como tal, organicé y lideré varios viajes de estudio a diferentes países de Latinoamérica. En Guatemala conocí a adultos provenientes de Europa y los Estados Unidos y adoptados de niños, que llegaban en busca de sus familias biológicas. Este segundo contacto con la problemática de identidad fue lo que hizo germinar la semilla de mi primera novela.

oily handAños más tarde, mi esposo y yo trabajamos como voluntaries para , Care International , que servía a comunidades Shuar y Huaorani en Ecuador. Fue entonces cuando supimos que grupos enteros de indígenas amazónicos estaban a punto de desaparecer y que millares de colonos e indígenas  estaban siendo gravemente  afectados por la contaminación de la selva, en manos de las grandes compañías de petróleo.  Allí escuchamos también la historia personal de uno de los tantos inmigrantes ilegales que habían viajado a los Estados Unidos hacinados en la bodega de un precario barco pesquero. A estas alturas, yo supe que debía dar a conocer estos hechos.

Estos múltiples intereses –adopción, inmigración, encuentros culturales, luchas por la supervivencia por parte de los menos privilegiados, y denuncia de la agresión contra el medio ambiente como resultado de  intereses económicos internacionales– dieron finalmente nacimiento a una primera narrativa. La serie fue publicada para estudiantes de español  bajo el nombre de “Los viajes de Rosa y Ernesto”, y  más tarde tomó la forma de una elaborada novela para el público en general, con el nombre de “El Encuentro.”

EL encuentro, publicado por Pearson Educación de España (2011), fue escrita como novela juvenil, pero de acuerdo a las reseñas literarias y a los comentarios de diversos lectores,  la narrativa y los personajes resultan apasionantes para cualquier edad. La edición en inglés, (“The Encounter”),  traducida por mi esposo Elwin Wirkala y nuestras  hijas, Karen y Clarice Wirkala, fue  publicada en Septiembre de 2013.  Ambas editions han sido premiadas en dos concursos literarios: ” The International Latino Book Award” (2012) y “Books into Movies (2013).

Cuentos para El Soñador (HOOPOE BOOKS)(para lectores de 12 en adelante) 

Cuentos para El Soñador sigue la antigua tradición que encierra numerosas historias dentro de una narración que le sirve de “marco”.  Pero a diferencia de las colecciones medievales, esta tiene un pie en el pasado y el otro en el futuro. Por un lado, la historia que le sirve de marco narrativo se ambienta en el año 2036, cuando El Soñador, un barco tripulado por científicos y sus familias, emprende un viaje por el mar Mediterráneo, el Golfo Pérsico y el mar Arábigo, con destino final en la Antártida.  Su misión es encontrar una solución a un mundo gravemente afectado por el cambio climático.

Las historias insertadas dentro del marco narrativo de la novela fueron escogidas entre las menos conocidas de varios libros y colecciones antiguas. Estas son: el Masnavi, libro en verso del poeta persa Jalaludín Rumi; el clásico árabe Las mil y una noches; los “ejemplos” de origen oriental re-escritos por el español Don Juan Manuel en El Conde Lucanor en el siglo XIV; y otras historias rescatadas de la literatura española medieval, hoy mayormente desconocidas por el público en general.

Para la elección de las historias se han seguido dos criterios: su relativo desconocimiento (excepto en algunos casos) entre los lectores de nuestro tiempo, y su significado interior más allá del entretenimiento.